Tesis y antítesis nacieron para juntarse. Aquello que parece imposible de unir, se enlaza. Cuando eso ocurre, hay cierto grado de sorpresa. Quien logra algo semejante, es dueño de un aura especial. Es el caso de Román Domínguez, el árbitro rionegrino que a la vez es peleador de MMA, arte marcial de reciente aparición en el país. En diálogo con este portal informativo, Domínguez comenta su peculiar doble rol que lo guía a convivir con estos dos deportes tan diferentes.

«No es muy común ser árbitro de fútbol y peleador de artes marciales. Son deportes muy distintos. Tomo mucho el entrenamiento y la disciplina que me da el MMA, y ayuda a estar en forma para dirigir. El MMA me ayudó mucho a hacer uso correcto del manejo de las emociones, algo con lo que un árbitro dentro del campo de juego convive», relató Domínguez, quien esta semana dirigió un amistoso entre Cipolletti y Olimpo .

«Me ayudó a no sentir presiones externas y a sentirme tranquilo cuando se me presenta algún conflicto. La disciplina en el MMA es mucha. Y en la carrera de árbitro, mucho más. Hay algunas similitudes», señaló Román, referí de la Liga Confluencia (Cipolletti), que cuenta en su haber con presencias en el Federal B.

Anécdotas, Domínguez posee. «Una vez me tocó expulsar a un jugador y vino a intimidarme. Hubo cruces de miradas fuertes. Antes de irse me dijo: ´Me mirás así porque peleas´. Me dio mucha gracia. Y en algunas canchas, desde la hinchada me gritan que me meta en la jaula con ellos. Es increíble como se enteran de algunas cosas a través de las redes sociales», reseñó el referí, de 25 años de edad .

«No creo que me teman. Pero quizás me gané el respeto de muchos. Eso sí, que quede claro. Nunca se me ocurriría levantarle la mano a alguno. Hay casos de agresiones a árbitros. Pero hay protocolos a seguir en esos casos. Si puedo esquivar el golpe, lo hago. Nunca debemos reaccionar. Sería echarle nafta al fuego», agregó Domínguez, profesor de un colegio secundario.

Domínguez está terminando el curso nacional de arbitraje. Al recibirse, se planteará la disyuntiva: árbitro profesional o luchador de MMA. «Aprendí a disfrutar de la dos cosas. A fin de año, rindo el final. Me estoy preparando para eso. Es medio complicado si debo elegir. Además, estoy estudiando profesorado de educación física. Puedo seguir practicando MMA como un hobby. Veré más adelante», concluyó.

Tesis y antítesis nacieron para juntarse. De ellas, nace la unión de ambas, la síntesis. Román Domínguez, es una clara prueba de ello. Será acaso verdad, que los polos opuestos, se terminan uniendo.

El dato

Román Domínguez, nacido en el pueblo de Cervantes, pelea en peso mosca. «A veces peleo en 54 kilos, otras, en 57. Depende del oponente. De MMA tengo cuatro ganadas y tres perdidas. De kick boxing, tengo una empatada. Y de boxeo, una ganada», detalló.

Foto: Tapology.